Una nueva contienda entre Keynes y Hayek. Por Robert Skidelsky

Muy relacionado con el post anterior, y ante la crisis financiera global y la crisis de la economía, Roberto Skidelsky propone una nueva contienda entre Keynes y Hayek. A su parecer, Hayek fue vencido entonces, y merece ser vencido en esta revancha también. Compartimos el artículo traducido al español… mientras preparamos una respuesta.

Una nueva contienda entre Keynes y Hayek

Por Robert Skidelsky

19.08.11 | LONDRES – El economista austriaco Friedrich von Hayek, que murió en 1992 a la edad de 93 años, dijo una vez que quien desee tener la última palabra sólo tiene que sobrevivir a sus oponentes. Su gran fortuna fue sobrevivir a Keynes por casi 50 años, y por tanto reclamar una victoria póstuma sobre un rival que lo había embestido intelectualmente cuando estaba vivo. La apoteosis de Hayek ocurrió en la década de 1980, cuando la primera ministro británica Margaret Thatcher llegó a citar Camino de servidumbre (1944), su ataque clásico a la planificación central. Sin embargo, en economía nunca hay sentencias definitivas. Si bien la defensa de Hayek del sistema de mercado contra la ineficiencia de la planificación central fue ganando cada vez más partidarios, la opinión de Keynes de que los sistemas de mercado requieren una estabilización continua persistió en los ministerios de finanzas y bancos centrales.

Sin embargo, ambas tradiciones fueron eclipsados por la escuela de Chicago de «expectativas racionales», que ha prevalecido en la economía dominante en los últimos veinticinco años. Si los agentes económicos supuestamente poseen información perfecta sobre todas las contingencias posibles, nunca podrían suceder crisis del sistema, excepto como resultado de accidentes y sorpresas más allá del alcance de la teoría económica.

El colapso económico mundial de 2007-2008 desacreditó la economía de las «expectativas racionales» (a pesar de que sus sumos sacerdotes aún no lo reconocen) y trajo a Keynes y Hayek nuevamente a una contienda póstuma. Los problemas no han cambiado mucho desde que iniciaran su discusión en la Gran Depresión de la década de 1930. ¿Qué causa el colapso de las economías de mercado? ¿Cuál es la respuesta correcta a un colapso? ¿Cuál es la mejor manera de evitar colapsos futuros?

Para Hayek a comienzos de los años 30 y para sus seguidores en la actualidad, la «crisis» es resultado de un exceso de inversión en relación con la oferta de ahorro, que fue posible por una expansión excesiva del crédito. Los bancos prestan a tasas de interés más bajos que las que los ahorristas genuinos habrían exigido, haciendo que todo tipo de proyectos de inversión se vuelvan temporalmente rentables.

Sin embargo, debido a que estas inversiones no reflejan las preferencias reales de los agentes para el futuro sobre el consumo actual, no están disponibles los ahorros necesarios para su realización. Se puede ganar algo de tiempo con inyecciones monetarias de los bancos centrales. Sin embargo, los participantes del mercado terminan por caer en cuenta de que no hay ahorro suficiente para completar todos los proyectos de inversión. En ese momento, el auge se convierte en caída.

Cada auge artificial lleva las semillas de su propia destrucción. La recuperación se logra mediante la liquidación de las asignaciones inadecuadas, la reducción del consumo y el aumento del ahorro.

Keynes (y los keynesianos de hoy) considerarían que la crisis es resultado de lo contrario: la falta de inversión en relación con la oferta de ahorro -es decir, muy poco consumo o demanda agregada para mantener un nivel de pleno empleo de la inversión- que por fuerza ha de llevar a un colapso de las expectativas de ganancias.

Una vez más, la situación se puede mantener por un tiempo recurriendo a la financiación del crédito a los consumidores, pero estos terminan por sobreapalancarse y restringir sus compras. De hecho, las explicaciones keynesiana y hayekiana de los orígenes de la crisis en realidad no son muy diferentes, pues en ambas el sobreendeudamiento desempeña un papel central. Pero las conclusiones a las que apuntan son muy diferentes.

Mientras que para Hayek la recuperación requiere la liquidación de las inversiones excesivas y un aumento del ahorro de los consumidores, para Keynes consiste en reducir la propensión al ahorro y aumentar el consumo a fin de mantener las expectativas de utilidades de las empresas. Hayek exige más austeridad mientras que Keynes exige más gasto.

Aquí tenemos una idea de por qué Hayek perdió la gran batalla con Keynes en la década de 1930. No era solamente que la política de liquidar excesos era políticamente catastrófica: en Alemania, llevó a Hitler al poder. Como señalara Keynes, si todo el mundo -hogares, empresas y gobiernos- comenzaran a intentar aumentar su ahorro al mismo tiempo, no habría manera de evitar que la actividad de la economía se redujera hasta que la gente se volviera demasiado pobre para ahorrar.

Este fallo en el razonamiento de Hayek hizo que la mayoría de los economistas abandonaran el campo de Hayek para abrazar las políticas keynesianas de «estímulo». Como recordara el economista Lionel Robbins: «Frente a gran deflación de esos días, la idea de que lo esencial era eliminar las inversiones equivocadas y … fomentar la disposición a ahorrar … era tan poco adecuada como negar mantas y estimulantes a un borracho que hubiera caído en un estanque helado, bajo el razonamiento de que su problema original era el sobrecalentamiento.»

Excepto para los fanáticos de Hayek, parece obvio que el estímulo global coordinado de 2009 detuvo la caída en otra Gran Depresión. No hay duda de que el coste para muchos gobiernos de rescatar a sus bancos y mantener sus economías a flote frente al colapso de la economía dañó o destruyó su capacidad crediticia. Pero se reconoce cada vez más que la austeridad del sector público en un momento de débil gasto del sector privado garantiza años de estancamiento, si no un mayor colapso.

Así que la política tendrá que cambiar. Poco se puede esperar en Europa: la verdadera pregunta es si el presidente Barack Obama posee lo necesario para ser un nuevo Franklin Roosevelt.

Para evitar nuevas crisis de la misma gravedad en el futuro, los keynesianos propondrían el fortalecimiento de las herramientas de gestión macroeconómica. Los hayekianos no tienen nada sensato que aportar. Es demasiado tarde para uno de sus remedios favoritos: la supresión de los bancos centrales, supuestamente por ser fuente de excesiva creación de crédito. Incluso una economía sin bancos centrales estará sujeta a errores de optimismo y pesimismo. Y una actitud de indiferencia a las consecuencias de estos errores es una mala política y un mal enfoque moral.

Por lo tanto, a pesar de su distinción como filósofo de la libertad, Hayek merecía perder su batalla con Keynes en la década de 1930. Y se merece perder la revancha de hoy también.

Robert Skidelsky, miembro de la Cámara británica de los Lores, es Profesor Emérito de Economía Política en la Universidad de Warwick.

Copyright: Project Syndicate, 2011.
www.project-syndicate.org
Traducido del inglés por David Meléndez Tormen

14 comentarios en “Una nueva contienda entre Keynes y Hayek. Por Robert Skidelsky

  1. Entiendo que Selgin es una eminencia, pero seria bueno que sienten a un verdadero Austriaco en esa silla de debate, ya que ni el se considera austriaco.
    Aunque solo lei el libro de Rothbard de «Americas Great Deprresion»1 sola vez…recuerdo muy bien que fueron los ingleses los que quisieron volver al tipo de cambio anterior (con respecto al oro) a la 1era guerra mundial lo que motivo una gran deflacion y los ingleses le pidieron a los americanos que inyecten credito para ayudar a la causa inglesa…todo esto nada tiene que ver con las ideas de Mises o Hayek que nunca hubiesen propesto ese movimiento…incluso creo que Mises lo desaconsejo…luego la magnifica idea de subir tarifas en USA con Hoover solo agravo la situacion y dejando un caldo de cultivo para que aparezca Hitler…que importante seria que el triunfo de ese debate sea contundente! Yo lo mire el otro dia y realmente lo vi muy tibio al sector Hayekiano!
    Abrazo, me encanta este blog!!

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  2. Gracias Juan por el comentario sobre el blog! Es cierto, Selgin no se auto-denomina austriaco, pero imagino que no deseaban a un austriaco radical, sino a un autor que conozca la obra de Hayek. Selgin tiene muchas publicaciones en journals mainstream citando la obra de Hayek, y eso lo distingue de la mayoría de los austriacos que podían ocupar esa silla.

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  3. Es increíble robert!!
    “en economía nunca hay sentencias definitivas.” acaso las teorias cambian y se aplican a determinados momentos y lugares??? (stombart is back!!)

    “la “crisis” es resultado de un exceso de inversión en relación con la oferta de ahorro, que fue posible por una expansión excesiva del crédito.” WRONG! Igual que krugman, interpreta al “estilo haberler” la teoria, o sea MAL.
    NO es OVER-investment el problema que explica Mises, sino que es MAL-investment y over-CONSUMPTION!!!! No se puede invertir mas de lo que hay ahorrado!! Si hay 100 trabajadores y 2 maquinas, no se pueden invertir 200 trabajadores y 4 maquinas, es imposible!!! Pero lo ahorrado se puede invertir bien o mal, o se puede consumir. Eso es precisamente lo que pasa cuando se le hace caso a keynes, se invierte mal y se consume capital!!! La depresion es el ajuste al hecho de que el escaso ahorro de la sociedad se invirtio mal y encima se consumio!!! O sea que hay menos!! Por eso somos mas pobres luego del boom!!

    “Como señalara Keynes, si todo el mundo -hogares, empresas y gobiernos- comenzaran a intentar aumentar su ahorro al mismo tiempo, no habría manera de evitar que la actividad de la economía se redujera hasta que la gente se volviera demasiado pobre para ahorrar.” esa malvada “deflacion” (de mercado) es lo que vuelve las cosas a la normalidad (las preferencias de los consumidores)!! El interes debe subir en la depresion porque sube el diferencial de precios ingreso-gasto. Seso es lo que devuelve la rentabilidad a los negocios rapidamente!! Los slarios no bajaran todos en simultaneo!! Bajaran mas los salalrios de los sectores donde se (mal)invirtio mas!! eso es lo que devuelve los beneficios. Y el que consuman menos compensa esa subida de beneficios (spread de precios) por la baja mas grande de salarios en las industrias artificialmente iniciadas… mantener las malasinversiones de pie solo agrava el problema.

    “Excepto para los fanáticos de Hayek, parece obvio que el estímulo global coordinado de 2009 detuvo la caída en otra Gran Depresión.” Jajaja no hay duda que los estimulos funcionaron muy bien… http://economics21.org/files/updated%20unemployment%20stimulus%20graph.png

    seguramente que obama sera el proximo roosevelt, estamos como a fines del 36, a punto de una “sorpresa”… http://edgeofthewest.files.wordpress.com/2008/10/unemp1.jpg?w=500

    esta gente siempre hace lo mismo: toman una teoria, la convierten en un hombre de paja y la rematan triunfalmente (lo mismo que hizo su “maestro” con la Ley de Say)… Lamento escribir asi, pero estoy indignado…

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  4. “Para Hayek a comienzos de los años 30 y para sus seguidores en la actualidad”, resume Skidelsky, “la ‘crisis’ es resultado de un exceso de inversión en relación con la oferta de ahorro, que fue posible por una expansión excesiva del crédito. Los bancos prestan a tasas de interés más bajas que las que los ahorristas genuinos habrían exigido, haciendo que todo tipo de proyectos de inversión se vuelvan temporalmente rentables.”
    Sin embargo, “Keynes (y los keynesianos de hoy) considerarían que la crisis es resultado de lo contrario: la falta de inversión en relación con la oferta de ahorro -es decir, muy poco consumo o demanda agregada para mantener un nivel de pleno empleo de la inversión- que por fuerza ha de llevar a un colapso de las expectativas de ganancias.”
    Aun cuando ambos hablan de la “causa” de la crisis, Skidelsky no parece advertir que Hayek y Keynes están hablando de distintas fases del ciclo económico.
    Aplicando estas ideas a la crisis global, al hablar Hayek de un “exceso de inversión en relación con la oferta de ahorro” no está hablando del período 2007-2010, sino del período 2001-2007, período durante el cual la burbuja inmobiliaria se gestó, ilustrando justamente la mala-inversión.
    Al hablar Keynes de “la falta de inversión en relación con la oferta de ahorro”, no está hablando del período 2001-2007, sino del período 2007-2010, período durante el cual esa burbuja inmobiliaria justamente se pinchó.
    Esto puede resultar obvio para cualquiera que haya leído a ambos autores, incluso al propio Skidelsky. Pero lo que no resulta obvio entonces es qué razón lógico-causal encuentra Keynes para explicar el derrumbe de Wall Street en 1929 con las quiebras generalizadas consecuentes, ni tampoco qué causa encuentra Skidelsky para explicar la burbuja inmobiliaria que se pinchó en 2008, con todo el sistema bancario, las aseguradoras y hasta las automotrices vinculadas.
    Lo que los hayekianos no podemos entender y los keynesianos tras tantos intentos aun no responden es qué origina el error sistemático a través del cual la acción de tantos empresarios en tantos variados mercados concluyen en quiebra.
    Por supuesto que vivimos en un mundo de incertidumbre donde las expectativas juegan un rol clave. Pero resulta insuficiente hablar de “el humor de los mercados”, “la psicología de los mercados de inversión” o “los espíritus animales” para explicar la inestabilidad del capitalismo en general, y la gran depresión de los años treinta o la crisis de 2008 en particular.

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  5. Adrián, lo que me gustaría saber es cuál sería la propuesta de Hayek para salir de una crisis.Restringir el gasto público, en un contexto depresivo, donde las empresas despiden personal y ven caer su rentabilidad tendría un costo aún mayor para cualquier sociedad, que generaría conflictividad social y deterioro de los indicadores fundamentales de bienestar (salud, seguridad, educación, etc.).

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  6. Es un buen punto. Hay muchas respuestas al mismo, dependiendo de la fuente de financiamiento de los recursos que gastará el gobierno. Si por ejemplo, el gobierno tomara créditos del mercado interno, esto produciría un efecto crowding out, elevando la tasa de interés a la cual acceden las empresas privadas, lo que en definitiva reduce el nivel de inversión que estas realizarían. En cualquier caso, la solución de largo plazo es que el nivel de inversiones se ajuste al nivel de ahorro real, y eso sólo puede ocurrir haciendo lo contrario de lo que decías. Es cierto que más estímulos monetarios y fiscales pueden resultar positivos en el corto plazo, pero el problema persiste. El caso de Japón es muy claro en este sentido.

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  7. Entiendo que Hayek seguramente no planteó salidas a una crisis producida por la aplicación de una política Keynesiana porque ese no era su objeto de estudio, así que mucho no podemos demandarle en ese sentido. Sin embargo, en mi humilde opinión, la implementación de políticas restrictivas del gasto en un contexto depresivo pondría en riesgo la continuidad del sistema institucional en su conjunto. Es de esperar que la sociedad no se quede de brazos cruzados si no tiene qué comer, dónde vivir o cómo enviar a sus hijos al colegio. Creo que la salida hayekiana resolvería el aspecto económico desde lo teórico, pero el riesgo está en la mayor conflictividad social que produciría. A la luz de los hechos que estamos viendo en algunos países europeos este aspecto creo que toma otro cariz. Muy interesante el debate.

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  8. Bueno, sí, Hayek planteó que muchas de las crisis fueron producidas precisamente por practicar políticas keynesianas. De ahí que sostiene que insistir con esas mismas políticas para salir de la crisis sólo puede producir una depresión mayor. // Ahora, una vez que estamos en medio de la crisis, ¿qué hacer? Japón es un buen caso de estudio. Estados Unidos en los últimos años también. Tasas de interés en torno al 0 %, planes de estímulos millonarios, y la economía no reacciona. Encima la situación fiscal se hizo tan delicada que deben necesariamente suspender esas políticas. A mi modo de ver, haciendo esto, sólo empeoran el problema inicial.

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  9. Es un excelente post! Si bien aun me falta mucha lectura sobre estos episodios, pienso que sintetiza bien todo este debate en torno al qué hacer ante la contracción secundaria, lo cual es válido en nuestros días.

    En un primer momento Hayek fue liquidacionista, en el sentido que sugería que la banca central quite las manos del sistema monetario y dejara al mercado ajustar las malas inversiones necesarias para volver a una situación normal.

    Pero luego cambió de opinión. Reconoció que si bien la Fed expandió la base monetaria para paliar la crisis de los años 1930, esto no fue suficiente para compensar la caída en V. Entre 1929 y 1933 se da entonces la gran contracción que señalan Friedman y Schwartz.

    Entiendo que en esos años no había información sobre los agregados monetarios, tal como los conocemos hoy. De ahí que Hayek negara la contracción de MV, aun cuando M crecía.

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  10. Para actualizar un poco más a los lectores de este blog sobre el debate de política monetaria que llevan adelante los austriacos en los últimos años, vean el post de Steven Horwitz en «Coordinaton Problem»: http://www.coordinationproblem.org/2011/08/evidence-for-horwitz-or-boettke-you-decide.html#comments

    El planteo se resume en una nueva posición. Peter Boettke estaría planteando que dado que la Fed jamás seguirá la regla de mantener el ingreso nominal constante, entonces quizás sea mejor congelar la base monetaria.

    Pero Horwitz plantea que esta nueva propuesta es tan difícil que se aplique como la otra, y además tiene otros problemas que el MV constante resuelve.

    Vale la pena leer el intercambio posterior al post entre muchos lectores, como O´Driscoll, Selgin o el mismo Horwitz.

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