Sobre la legalización de las drogas

Hace pocos días hubo casos de sobre dosis por consumo de drogas en una fiesta electrónica en Buenos Aires. Esto disparó algunos comentarios encontrados entre legalizar el mercado de drogas versus aumentar la regulación.

En base a esta discusión escribí un pequeño comentario donde explico que no es necesario hacer de la droga un bien ilegal para disminuir su consumo. La discusión que siguió me hizo pensar que debía explicar el punto en mayor detalle.

Demos por hecho que el objetivo es disminuir el consumo de drogas. Es decir, en este post no discuto si es ético, conveniente, etc., penalizar el consumo de drogas. Hacia el final el post hay dos gráficos de demanda y oferta de drogas. El gráfico de la izquierda muestra el mercado de drogas. La demanda de estos productos, similar al caso de los cigarrillos, es inelástica, lo que hace que la misma sea muy vertical. Al hacer de la producción de drogas un acto ilegal se desplaza la curva de oferta hacia a izquierda. Operar en la ilegalidad agrega un costo extra (la pena por producir de manera ilegal por la probabilidad de ser descubierto). La intersección entre la oferta (ilegal) y la demanda nos da una cantidad q* que es el nivel «deseado» de consumo de droga. El área en rojo muestra el ingreso (precio por cantidad) de la venta de drogas. Como se puede apreciar, dado que la demanda es inelástica, al hacer de este mercado una actividad ilegal es posible que se aumentan los ingresos de los productores. Estos ingresos, sin embargo, llegan a las manos de los carteles de droga que permiten financiar a la política, la policía, jueces, y mantener un grupo de «matones» dado que es el método de defensa y solución de conflicto de los mercados ilegales.

El otro gráfico muestra una hipotética situación donde el mercado de drogas es legal. En este mercado existe un nivel de impuestos que desplaza la curva de oferta la misma distancia que si fuese ilegal, lo que resulta en el mismo nivel de consumo que en el caso del mercado ilegal. No es el caso, por lo tanto, que (1) querer reducir el consumo de drogas implique que el mercado tenga que ser ilegal ni (2) que legalizar las drogas implique necesariamente un mayor nivel de consumo. Y ciertamente legalizar el consumo de drogas no es implica dejarlo 100% desregulado, como es el caso del consumo de alcohol. Es común en quienes se oponen a la legalización de las drogas confundir legalidad con regulación.

Este segundo escenario, sin embargo, tiene beneficios respecto al primero. Los ingresos (área azul) ahora van a productores legales en el mercado y al fisco vía recaudación impositiva. En otras palabras, se le quita el financiamiento a los carteles. Dado que el mercado es legal, se puede recurrir a las cortes de justicia para solucionar conflictos en lugar de recurrir al comportamiento de mafias. Dado que se puede rastrear al productor, el producto es de mayor calidad (menos nocivo) y se lo puede demandar por mala calidad del producto del mismo modo que se puede demandar a un productor de bebidas alcohólicas si pone en el mercado un producto en mal estado. Se pueden enumerar, por supuesto, otros beneficios. El punto que quiero marcar es que es posible mantener el nivel de consumo constante y obtener otros beneficios como los que aquí menciono.

Este argumento no implica, por supuesto, que no deba existir regulación alguna sobre el mercado de drogas. Por ejemplo, se puede prohibir manejar bajo la influencia de drogas bajo argumentos similares por los cuales no se puede manejar alcoholizado. Se puede discutir qué drogas deben mantenerse ilegales del mismo modo que el permiso de portar armas no implica poder tener una bomba en un edificio de departamentos. De modo similar, en algunos estados de Estados Unidos la venta de Rectified Spirit (bebida alcohólica con 95% ABV) está prohibida.

Droga, demanda y ofertaEste análisis, por más sencillo que sea, nos da un marco y nos pone límites a los escenarios alternativos que nos podemos plantear. A modo de ejemplo, objetar que no hay que legalizar porque no hay recursos para controlar que se cumpla la regulación presume que sí los hay cuando el mercado es ilegal. Dado que el nivel de consumo es el mismo en ambos escenarios y la falta de recursos es, también, la misma en ambos escenarios. Este tipo de argumentos que implican un aumento de consumo implícitamente ignoran el análisis de demanda y oferta que da un equilibrio (con el nivel de impuestos adecuado) igual al del mercado ilegal. No puedo repetir suficiente, esto implica que no hay un aumento del consumo de drogas dado que este escenario plantea (1) legalizar y (2) regular vía impuestos.

Varios me han indicado que de poner impuestos surgiría un mercado negro. ¿Es este motivo válido para no legalizar el mercado cuando actualmente en su totalidad es un mercado negro? ¿Por qué no sucede lo mismo con otras «drogas» legales como cigarrillos y alcohol? ¿Realmente el productor clandestino puede producir a menos costo que el productor legal? Si ese es el caso, recordar que (1) al legalizar el mercado se está desfinanciando al productor ilegal, (2) los recursos pasan al estado, y (3) los mismos recursos utilizados para combatir la totalidad del mercado de drogas pasarían a combatir a un mercado negro notablemente más pequeño.

Si el objetivo es disminuir el consumo de drogas, entonces penalizar este mercado no es la única solución. Se puede mantener la legalidad de la producción y consumo de drogas y aplicar un impuesto que disminuya el consumo en el mismo nivel.

11 comentarios en “Sobre la legalización de las drogas

  1. Nicolas hay algo que estás pasando de alto y no es para nada poco…. te voy a explicar algo… lo que tu llamas que no están legal no es así… un ejemplo por no decir que en todos los fármacos pasa esto es que estas son legales y más en niños… El ritalin es un análogo de la cocaína, por ende te la tomas y es lo mismo y hace lo mismo pero a precio de ganga…esta se utiliza en niños con hiperactividad y la recetan como si fueran aspirinas…y bien se sabe que quien tome esta luego si toca cocaína será adicto de por vida..ya que tiene un % muy alto de adicción por ya haberla tomado, hoy gran número de todos los niños toman esta u otras que son estas drogas que hay ilegales para adultos…es chistoso…porque para niños es legal y para adultos ilegales y con los niños hay por parte de los médicos una actitud de sobre recetar por cualquier pequeña cosa estas y mucho tienen que ver los laboratorios y farmaceuticas que por algún lado tienen que explicar la alta importación de estos fármacos o precursores al país y nada mejor que por un consumo realmente hoy fuera de la lógica en argentina….Acá hablamos de Metilfenidato ( Ritalin ) o hasta efedrina y lo que sea y para niños más que nada todas estas y legal….. Como quieres que no exista tal nivel hoy de consumo si ya se viene preparando a los niños para ser adictos a estas?
    Te dejo un video…así comprendes que acá se rajan las ropas por este caso de los 5 chicos mientras legal viene mucho peor el tema y el origen de lo que vemos….Yo soy partidario de lo legal en drogas, pero legal informando a la gente que son estas y no como a los niños que les recetan estas y sus padres no tienen idea de l oque es realmente…dando doctores y recetando dosis para caballos muchas veces….

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      • Tienes dos legal e ilegal, legal con estos fármacos que se recetan hoy indiscriminadamente, ya que es un sistema totalmente fuera de control….acá la hipocresía de varios que saben hablar mal de lo ilegal cuando lo legal está descontrolado….Para que se prohíbe? si por otro lado legalmente se llama a esto…..acá a mi juicio hay que legalizar pero cambiar el enfoque de la persona que toma brindarle ayuda con información, asistencia médica y campañas para concienciar que estas personas son enfermas, ya que hoy en argentina la persona que se droga es todo menos un enfermo…mucho viene por el ámbito de realidad social y su entendimiento de las drogas este problema que vivimos….no por legal o ilegal y mucho dao hace tenerlas ilegal cuando en realidad lo legal es peor.

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      • Y la principal actividad económica hoy en argentina es la droga, esta genera más puestos de trabajo que ninguna otra…claro que si se cobrara un impuesto a esta con esos recursos te sobra para tratar el problema brindando servicios a quien las consumen y además beneficios para el estado…
        Hoy se rejan las ropas por que un diler le vende a un niño cocaína, mientras un doctor por verlo apenas inquieto le da esta…y cualquier médico te dirá que esta hace bien y es error…hace lo mismo por más que sea un análogo que la cocaína …si no tendríamos la solución de darles esta por cocaína y chau problema ya que no hace daño…y podes ver en dichas farmaceuticas que tiene el derecho de patente que pagan millones en sus balances para llegar a acuerdos antes de llegar a juicio para no perder la patente…y todo un sistema de entrenamiento a médicos para que ofrezcan sus productos para cualquier cosa, ya que si lo hace luego ese médico recibe viajes o premios de la farmaceutica y estas te dicen que dar, cuando en muchos casos lo que le dicen a los profesionales no es para eso dicho fármaco…pero hay que aumentar las ventas y los médicos no son farmacólogos o ven todo el día el pubmed y en que se basan los estudios de que dicen que estas son buenas, cuando quienes hicieron esos estudios son pagados por las farmaceuticas y tenes miles que contradicen estos pero a los profesionales solo se les dice de ese solo estudio para convalidar que hay que dar eso para tales pacientes….
        Es un tema realmente muy largo….hace mucho busque todos los problemas tanto por la legalidad como por la ilegalidad…y esto se puede solucionar…el tema que nadie quiere…y lo más graccioso trayendo beneficio a la sociedad y bajando el consumo como tú planteas en tu gráfico, legalizando esta y dejando la desinformación por tabú…ya que si es legal hay que hablar de las legales también…

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    • Acá les traigo un mix de rejuntes de notas que encontre
      EL METILFENIDATO, FÁRMACO CON EL QUE SE TRATA LA HIPERACTIVIDAD, ES UNA DROGA ADICTIVA E INÚTIL QUE ADEMÁS INCITA AL SUICIDIO
      Es cada vez mayor el número de niños y adolescentes diagnosticados de Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) que son tratados farmacológicamente con Metilfenidato (Ritalin-Rubifen). Lo que muchos padres ignoran es que no sólo la propia existencia del TDAH es cuestionable sino que además el Metilfenidato es una potente droga controlada en Estados Unidos por la conocida DEA –la agencia antidroga- que la considera la antesala del consumo de otras drogas. Además no se les cuenta que hay alertas internacionales contra estos medicamentos –16 en el 2004- avisando de que causan adicción e incitan a comportamientos suicidas.
      El niño no para quieto, no parece cansarse nunca, no presta atención, no se concentra, se muestra incluso agresivo y sus actos escapan día a día al control de sus mayores. Sus padres, superados por la angustia, asisten impotentes a su fracaso escolar, a las palabras amables del profesor señalando que algo no va bien –como si no lo supieran- para acabar en el pediatra y/o en el psiquiatra infantil que les acaba confirmando que su hijo padece un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y que la medicación es la mejor solución para controlar tanto descontrol al tiempo que se busca apoyo en la psicoterapia.
      Es una epidemia silenciosa que cada vez atrapa a más niños. Según se señaló recientemente en las III Jornadas de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad -organizadas en diciembre por la Oficina Regional de Coordinación de Salud Mental de Madrid- uno de cada veinte niños españoles sufre este trastorno; o, lo que es lo mismo, el 5% de los niños españoles sufre TDAH.
      Ante esta epidemia a nadie parece extrañarle que la primera respuesta sea la farmacológica. De hecho un 64% de los médicos apuesta por el tratamiento farmacológico frente a la hiperactividad según la Encuesta del Instituto de Estudios Médico Científicos entre médicos, padres y profesores sobre el grado de conocimiento del TDAH. Las “razones” son que la falta de control con medicamentos podría producir en los niños otros “trastornos” colaterales como trastorno oposicionista desafiante, trastorno disocial, trastornos emocionales (del estado de ánimo y de ansiedad), patologías de la comunicación, retrasos específicos del desarrollo motor y del lenguaje, trastornos del aprendizaje, tics y síndrome de Tourette.
      Ante este negro panorama que se les presenta no es extraño que la mayoría de los padres acaben medicando a sus hijos solo que cuando se les informa lo que les cuentan es habitualmente una verdad incompleta y, por tanto, una flagrante mentira. Para empezar, rara vez se les dice que hay científicos que ni siquiera considera el TDAH una enfermedad, que los trastornos neurológicos aducidos son discutibles científicamente y que tampoco está demostrado que justifiquen una medicación como la aplicada. Rara vez -por no decir nunca- se les informa de que no existen estudios sobre los efectos de la medicación a largo plazo, ni tampoco de que en los últimos años el TDAH se ha convertido en una enorme máquina de hacer dinero para algunas multinacionales farmacéuticas. Y rara vez se les dice a los padres, en definitiva, que el principio activo de referencia en el tratamiento del TDAH, el metilfenidato (comercializado como Ritalin y Concerta en Estados Unidos y como Rubifen y Concerta en España) es un potente inhibidor de la recaptación de dopamina (DA) y noradrenalina (NA), y está considerado como una de las drogas más adictivas que existen. “En términos más simples -puede leerse en la página web de la Agencia Antidroga Norteamericana (DEA)- los datos indican que ni animales ni humanos encuentran diferencia entre cocaína, anfetamina o metilfenidato cuando se administran de la misma manera a dosis comparables. Para abreviar, producen efectos que son casi idénticos”. De ahí que los científicos más críticos con los enfoques actuales del TDAH suelan referirse almetilfenidato como cocaína pediátrica.
      LO QUE SE DICE DEL TDAH
      A los padres españoles se les cuenta hoy que sus hijos pueden entrar dentro del grupo de niños diagnosticados con TDAH si durante seis meses o más presentan una serie de problemas de inatención, hiperactividad o impulsividad entre los que están: actividad excesiva e inapropiada, poca atención con trabajo escolar pobre y bajo rendimiento escolar, distracción fácil, dificultad para inhibir impulsos, falta de sociabilidad, baja autoestima y trastornos asociados como ansiedad, depresión y trastorno oposicional desafiante.
      Pero, ¿cuál es la causa real? El TDAH es en realidad una “dolencia” sin causa específica conocida. Sigue siendo un síndrome, es decir, un conjunto de síntomas -lo que implica una valoración subjetiva por parte del profesional- al que se ha dado injustificadamente categoría de “enfermedad”. Sólo que la tesis de que detrás de este conjunto de síntomas se encuentra un trastorno neuronal verificable no sólo resulta discutible ante la falta de pruebas científicas irrefutables sino que es prácticamente ignorada a la hora del diagnóstico. La respuesta más común es que el TDAH puede deberse a una combinación de factores psicológicos, biológicos y ambientales sin olvidar, claro está, los factores genéticos; en definitiva, un cajón de sastre que resulta perfecto para justificar el tratamiento farmacológico.
      Por eso a pesar de la falta de concreción de una causa y con el apoyo sobre todo de los psiquiatras se ha optado por el uso de psicoestimulantes -principalmente el metilfenidato- para un “adecuado control” de los síntomas de esta joven enfermedad: menos de 50 años. Del metilfenidato suelen contar que es un estimulante que mejora tanto la hiperactividad como la inatención y, por supuesto, que es un fármaco eficaz y seguro en el tratamiento de los niños con TDAH porque sus efectos secundarios suelen ser fácilmente controlables. Sirve, dicen, para disminuir las conductas impulsivas y la inquietud nerviosa, y aumenta la actividad de atención y la memoria mejorando la capacidad del niño para concentrarse en tareas repetitivas que demandan un esfuerzo mental sostenido y no están asociadas a una satisfacción inmediata.
      LO QUE SE OCULTA DEL TDAH
      Normalmente no se suele decir que las pruebas sobre la evidencia biológica de la enfermedad no son ni mucho menos concluyentes. De ahí que tenga tanto peso la subjetividad en el diagnóstico. El neurólogo norteamericano Fred Baughman -una de las voces científicas más críticas sobre el actual enfoque del TDAH- aporta al debate algunas de las contestaciones recibidas a su constante petición de pruebas concluyentes sobre el TDAH como enfermedad: James M. Swanson -médico investigador del TDAH y miembro de CHADD Children & Adults with Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder- lo reconocería en 1998 durante una reunión de la American Society for Adolescent Psychiatry: “Me gustaría tener un diagnóstico objetivo para el desorden (TDAH). Ahora mismo el diagnóstico psiquiátrico es completamente subjetivo… Nos gustaría tener pruebas biológicas, un sueño de la Psiquiatría durante muchos años”.
      El doctor Xavier Castellanos -del Instituto Nacional de Salud Mental- le respondería: “He notado sus críticas sobre la validez de diagnóstico del TDAH. Yo estoy de acuerdo en que no hemos encontrado la prueba específica para demostrar la patofisiología específica (la anormalidad) que nosotros creemos fundamental en esta condición”.
      Y el doctor Lawrence Diller –médico de la Universidad de California- diría por su parte: “La razón por la que usted ha sido incapaz de obtener cualquier artículo o estudios en los que se presenten claras evidencias de una anormalidad física o química asociada con el TDAH es que no los hay. La búsqueda de un marcador biológico esta condenada de salida debido a las contradicciones y ambigüedades del diagnóstico de TDAH. Yo asemejo los esfuerzos por descubrir un marcador (anormalidad) a la búsqueda del Santo Grial”
      El Panel de Expertos de la Consensus Conference sobre el TDHA concluyó en 1998: “No tenemos una prueba independiente válida para el TDAH y no hay ningún dato que indique que el TDAH está motivado por un funcionamiento cerebral defectuoso”.
      En un artículo titulado Cometiendo un asesinato Fred Baughman recuerda: “La Universidad del William B. Carey de Pennsylvania testificó después: ‘Lo que se describe ahora más a menudo como TDAH en Estados Unidos parece ser un juego de variaciones conductuales normales… Esta diferencia pone la validez de la estructura del TDAH en duda’. Se han publicado cuatro estudios de Resonancia Magnética posteriormente. Aunque todos ellos utilizaron sujetos tratados con estimulantes los investigadores concluyeron que el ‘tratamiento’con Ritaliny otras anfetaminas estaba causando atrofia en el cerebro, no que el TDAH es una enfermedad”.

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    • El tema tocalo mejor….si a un chico apenas inquieto o que los padres lo vean un poco intranquilo se le receta cocaína y esta legal y hasta se la cubre la obra social….por que no a un adulto?
      Argentina es uno de los países por no decir casi el primero en recetar estos a niños y casi todos los casos estos no necesitaban estos….

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  2. Yo considero que el consumo y la despenalizacion es mas profundo, no solo es estadistica, datos, cifras, el numero solo es un indicador mas en lis fenomenos sociales, el numero es un calculo potente ligico, pero no pasa de la mas elemental valoracion el narcotrafico es un fenomeno propio del siglo XX aparece marcadamente en la fase superior del capitalismo en era de los monopolios de la presencia de las grandes oligarquias financieras, el narcotrafico es su negocio fundamentalmente de la banca, no solo es un fenomeno sicologico ni calculos matematicos, es el reflejo del grado de descomposicion de una sociedad desigual su superacion no es posible en una economia neoliberal mas al contrario va incrementar…

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  3. Interesante artículo. Pero falla en el error típico de no considerar una serie de variables. ¿Donde esta el mercadeo legal o ilegal de los narcos? ¿el efecto psicológico en las personas? ¿los efectos sociales en multiples aspectos? la corrupción, los oligopolios/monopolios … tanto se podría hablar que mejor ni sigo. Cuantífiquenlos dentro del modelo y entondes hablamos.

    Sepa que soy economista de la Universidad Francisco Marroquín y gran admirador de Juan Carlos Cachanoski, que supongo es su familiar.

    Saludos atentos

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    • Gracias Juan Manuel,

      Es cierto. Es un error típico. Esas variables *ya se encuentran* en el análisis dado que definen la posición de las curvas de demanda y oferta.

      Eso no quita, no obstante, que no exista un impuesto con el efecto sobre la oferta equivalente al efecto de la penalización, que es el punto del post.

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  4. Pingback: Droga y responsabilidad individual | Meritum

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